- A no llegar a tiempo por la cervezas
Nos aterra que den las cinco un domingo y no hayamos alcanzado a comprar unas chevas.
- Una de nuestras peores pesadillas es levantarnos tarde en domingo…
Y no porque no nos guste descansar hasta tarde. ¿Qué va a suceder si descubrimos que, por dormilones, se nos acabó la cochinita o, lo que es peor, se terminó la cáscara?
- A que se rompa el brazo de la hamaca
Casi nunca sucede y lo más probable es que no te des más que un pequeño golpe, pero de ahí en más vas a subirte a la hamaca con mucho, mucho miedo, lo que sería una verdadera tragedia para un yucateco.
- Al mal aire
Las abuelitas lo saben bien: Si sales a la calle después de las doce de la noche es probable que hayas cargado el mal aire y amanezcas con calentura por haber presenciado cosas extrañas… Puedes haberte encontrado por el camino con misteriosas figuras vestidas de blanco, o con la Xtabay o el Huay Chivo…
- Al X´kanlekai, o tiempo amarillo
Los niños no deben salir cuando las tardes se tornan amarillas o se enfermarán del estómago. No sabemos muy bien en que se basan para decir esto último pero las chichís siempre tienen razón y es mejor escucharlas…
- A cierto seres mitológicos
Si una de esas noches sales a caminar después de la medianoche y te encuentras con un chivo danzando sobre sus patas traseras… ¡Ten cuidado! Porque te habrás encontrado con el mítico Uaychivo, el hechicero que ha decidido tomar la forma de este animal para salir a hacer de las suyas. Y si esto no te asusta lo suficiente tenemos también al Uaypec, que como su nombre lo indica ha tomado la forma de un perro…
- A que no llueva suficiente
A los yucatecos nos encanta la lluvia porque nos refresca, pero siempre y cuando sea fuerte y de preferencia por la noche. Nos aterra que no llueva lo suficiente… Con lo calientes que están las calles, una lluvia ligera solo levanta una nube de vapor que convierte a nuestras calles en un auténtico temazcal.
- A que esta vez sí llegue un huracán
Es en verdad muy poco común que un huracán llegue a golpear este afortunado estado, pero sí sucede cada década y media o algo así. Sin embargo, cada vez que se anuncia la proximidad de una tormenta tropical en las costas de nuestro vecino el Caribe, corremos a hacer nuestras compras de emergencia y a prepararnos para lo peor. Más vale ser precavido…
- Si eres hombre…
Y al caer el sol vas por ahí sin prestar mucha atención, quizás de pronto te encuentres con una hermosa mujer que intenta seducirte: existe la posibilidad de que te hayas topado con la Xtabay… Lo que busca es llevarte a algún lugar para hacerte desaparecer para siempre. Pero no te preocupes, sólo se aparece cerca de la ceiba, árbol sagrado de los mayas y, dicen los viejos, que basta con perseguirla chancla en mano para hacerla desaparecer…
- Aunque no lo reconocemos fácilmente, los yucatecos estamos algo obsesionados con los aluxes
Cuando caminamos por algún sendero, o cerca de un cenote o un cultivo, inevitablemente pensamos en estos misteriosos, pequeños y algo traviesos guardianes. Sabemos que su misión es proteger a la naturaleza, los animales, las fuentes de agua y los campos de labranza. Y que mejor es no hacerlos enojar…
- Lo cierto es que…
A los yucatecos nos encanta asustarnos, así que estamos en constante búsqueda de lugares cuya historia y leyenda los haga terroríficos. Hay constantes expediciones a lugares como la terrorífica y abandonada clínica peninsular, el pueblo fantasma de Misnebalam, o la hacienda embrujada de cholul…
Fuente: www.yucatan.travel
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